Herida de humillación: Mamá es sumisa


Herida de humillación: Mamá es sumisa


Desde tu herida de humillación, juzgarás a tu Madre y a todas las Mujeres de tu clan como sumisas ante los hombres.

Si te das cuenta, desde esta sentencia, estás olvidando algo muy importante.

No estás reconociendo la madurez de cada una de estas Mujeres.

Te guste o no, su sumisión te trajo al mundo, te dio la vida.

Gracias a cada una de las historias de amor de todas ellas, tú llegaste al mundo.

Esta percepción de tu Madre y de las Mujeres de tu clan, sólo te traerá humillaciones a tus relaciones sentimentales.

¿Por qué?

Fíjate dónde tienes puesto el foco, en la desigualdad entre los sexos de tu clan.

Cuando hay desequilibrio, hay guerra.

Sin darte cuenta, cuando ves como débiles a las mujeres de tu clan, ya estás posicionada en un bando.

En realidad, ya estás en contra de los hombres.

Está claro que desde otra posición distinta a la que ellas tuvieron.

Pero en el fondo, te mueves desde su misma esencia, sólo que en el polo opuesto, la altivez.

Si las mujeres de tu clan fueron sumisas, tu te has convertido en la mujer que va a cambiar todo este patrón.


Ufff, esto puede convertirse en algo muy pesado para ti. (tu herida de humillación)


Desde tu juicio, te estás cargando de manera inconsciente con todo el dolor de esas mujeres de tu sistema familiar.

Te estás cargando con sus guerra internas y esto tarde o temprano, lo verás reflejado en tus relaciones.

Está claro que tú no eres nada sumisa, pero no estás haciendo esta elección desde el equilibrio, dese el respeto al pasado de tu sistema.

Por lo tanto, estás perpetuando la guerra entre los 2 sexos que tu sistema vivió. (también perpetúas tu herida de humillación)

No solo estás en guerra contra los hombres autoritarios, egoístas, manipuladores, narcisistas…

También estás en guerra con lo femenino.

Date cuenta del enorme peso que estás sosteniendo en tus espaldas, te estás adueñando de conflictos que no son tuyos.


Si juzgas a tu Madre como sumisa, estás desarrollando una lealtad ciega hacia ella y estás permitiendo que la herida de humillación pase a la siguiente generación, a tus hijas.


Este término en la terapia sistémico familiar simboliza como un amor inconsciente y desmesurado a tu madre.

Cuando una niña ve sufrir a su madre en la infancia, automáticamente tiende a sentirse culpable y tiende a protegerla.

Es un movimiento casi automático que todas y todos vivimos de pequeños.

Nos gusta ver a nuestra madre feliz.

Entonces, sin darnos cuenta, vamos a empezar a protegerla.

Si la vemos como sumisa, la vemos como débil, incapaz de tomar sus propias decisiones...

Desde ahí, seguro que intentas resolverle la vida, decirle lo que tiene que hacer, ocuparte de su victimismo.

Incluso lucharás por ella ante tu Padre.

Observa como esa lealtad te hace ocupar una posición más grande de lo que te corresponde en tu sistema familiar.

Te levantas por encima de la figura de Madre y de tu Padre, y esto solo traerá conflictos en la pareja y en resto de áreas de tu vida.

En este caso, pasarás de la herida de humillación a la herida de injustica.

De esta forma te cargas con la misma historia que tu Madre en el terreno sentimental.

Llegarán a tu vida experiencias donde los hombres intenten estar por encima de ti.

¿Cuál es la solución?


Mirar desde la neutralidad el pasado de las Mujeres y los Hombres de tu familia.


Todas ellas y todos ellos se eligieron desde su amor y también desde sus heridas.

Las víctimas obtienen un beneficio de sus verdugos.

Los verdugos obtienen un beneficio de sus víctimas.

Con esto no justifico que un hombre o una mujer sean maltradores.

Pero ambos roles, casan a la perfección, se encontraron por algo que tú nunca debes lograr entender.

Tan sólo tienes que respetarlo y a partir de ahí salir de guerras que no te pertenecen.

Volver a tu lugar de hija.

Sólo desde el respeto a las mujeres y los hombres de tu familia, lograrás una relación saludable.

¿Deseas sanar tu herida de humillación y de injusticia para acceder a este tipo de relaciones?

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Un abrazo muy tierno Mujer Poderosa.



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Herida de rechazo con mamá


Herida de rechazo con Mamá


La herida de rechazo siempre es bidireccional.

¿A qué me refiero?

Si tú sientes que tu Madre te rechaza o te rechazó en la infancia, tú también la rechazarás de manera automática.

La energía de la herida de rechazo es distancia emocional, es lejanía, es destierro.

Imagínate que has conocido a un hombre y que ese hombre cuando surge alguna conversación más profunda, se encoge de hombros y se queda completamente callado.

Eso también es una herida de rechazo, detrás de ella hay vacío, hay un no sabes qué.

A partir de ahí, esa pareja se empieza a distanciar.

Llegará un momento en el que, la distancia sea tan grande, que ni los reclamos podrán salvarla.

La herida de rechazo siempre es vivida por las 2 partes.

Volviendo al tema de tu Madre, tu herida de rechazo, es su herida de rechazo, y seguramente es la herida de rechazo de muchas de tus ancestras.

Por lo tanto, si rechazas a tu Madre, estás rechazando a todo tu linaje Femenino.

Te desconectas de la energía Yin de tu sistema y por lo tanto, te alejas del éxito en tu vida.

La Madre es el éxito en el amor, en el dinero, en cualquier ámbito de tu existencia.

Si rechazas a tu Madre, si no la aceptas con su propia herida de rechazo, la vida te rechazará a ti.

Los hombres no te darán tu lugar, tampoco lo tendrás en tus amistades, en el trabajo aparecerán jefas o compañeras con las cuales también te sentirás rechazada…


Si no sanas tu herida de rechazo sentirás que repeles a las personas.


Ahora bien, seguro que estás pensando…

Pero es mi Madre que en la infancia me rechazó a mi.

Es posible que vivieses alguna de estas situaciones:

Tu nacimiento fue un nacimiento inesperado para la familia, lo que se llama ser un embarazo no deseado, o un penalti.

Quizás Mamá y Papá esperaban un varón y de repente, se encontraron con una mujer.

– A lo mejor Mamá dudó en tenerte durante el embarazo por miedos a la maternidad o por circunstancias externas.

– En ocasiones hay Madres que dicen a sus hijas que no deberían haber nacido o cosas similares.

Con esto artículo, no pretendo justificar ningún comportamiento de ninguna Madre, pero si trabajar su aceptación.

Para cada ser humano, la vida trae de manera intrínseca miedo, pánico ante la incertidumbre, ante lo nuevo.

Es normal que ante un embarazo surjan este tipo de situaciones, porque se abre una puerta nueva y eso genera inseguridad, que nos descentra por completo.

Justo este vacío de no saber que pasará, es la semilla de la herida de rechazo.

La herida de rechazo de tu Madre, en sí es un auto-rechazo a ella misma.

Es una actitud en la cuál ella rechaza su propia autonomía y poder personal para seguir adelante con las decisiones que toma.

Tu herida de rechazo, es también un auto-rechazo a ti misma.

A continuación te doy una reflexión muy valiosa para acercarte más emocionalmente a tu Madre, independientemente de cómo se comportó en el pasado.


Tu Madre, a pesar de todos sus miedos, decidió traerte a la vida. Ese es el mayor de tus regalos


Puede que no fuera la Madre perfecta, que tuviera demasiados miedos, que no supiera gestionarlos adecuadamente, que te los traspasase a través de actitudes o comportamientos de rechazo.

Aún así, tomó una decisión muy valiente que estás obviando, decidió seguir adelante con el embarazo y decidió parirte a través de su vagina.

Si quieres sanar tu herida de rechazo, tendrás que anclarte a este gesto de inmenso valor.

Ella aún con todos sus miedos, aún con su propia herida de rechazo de su propia Madre, decidió traerte al mundo.

Sólo por eso, debes estarle agradecida, y a partir de ahí, darle sentido a tu vida.

Si tu Madre hubiera abortado, no tendrías la oportunidad de estar aquí leyendo este texto.

Tampoco tendrías la oportunidad de hacer con tu vida lo que realmente de diera la gana.

Por ello, y honrando la vida que te llegó a través de tu Madre, puedes ser quien tú quieras ser.

Tu pasado no determina tu futuro. Cada día es una oportunidad nueva para brillar.

¿Deseas sanar tu herida de rechazo y dejar de buscar la valoración de tu Madre y de los hombres?

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Ven y súmate, no sólo trabajaremos la herida de rechazo, sino que también sanarás las heridas del abandono, la injusticia, la humillación y la traición.

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