Herida de injusticia: el espacio personal
Herida de injusticia: el espacio personal
Para tu herida de injusticia, nada es suficiente. Todo es poco.
Como ya sabes, es la herida de la exigencia y de las grandes expectativas.
Si metemos dentro de la ecuación, el espacio personal…
Cuando esta herida opera de ti, te hace experta en necesitar un espacio personal demasiado grande.
Tan grande, que muchas veces se convierte en auténtica soledad.
¿A qué me refiero?
Estás excesivamente centrada en tu estructura, en tus proyectos, en tus rutinas.
En general estás demasiado centrada en ti. Y desde ahí, no hay lugar para el amor.
Con tanta sobrecarga de obligaciones, cualquier hombre que se acerque a ti y te pida verte, siempre lo verás como una amenaza contra tu propio espacio personal.
Tu herida de injusticia, como ya sabes siempre necesita un extra de todo.
Más estudios que te capaciten como mejor profesional.
+ ejercicio físico para mantener un cuerpo espectacular y dentro de tus cánones de belleza.
Un nuevo curso de crecimiento personal para mantener controlado a tu ego…
A tu herida nunca le faltan sueños y metas nuevas.
Esto está genial, pues tu herida te ha permitido lograr muchas cosas en la vida.
Uno de sus beneficios es que forja personalidades muy disciplinadas.
El éxito será un buen amigo tuyo pues será el resultado de tu constancia.
Pero el éxito en el amor, será tu asignatura pendiente.
Tu herida te vuelve insaciable y ahí no hay amor.
Te vuelve muy rígida y tajante.
Controlas muy bien toda tu vida, pero el amor es tu mayor debilidad.
Muchas veces necesitarás un extra de espacio personal para protegerte del descontrol.
Cuando entras en contacto con otro íntimamente, tienes miedo a descontrolarte emocionalmente, a descontrolarte en todas tus rutinas y tienes miedo a perder tu identidad en esa relación.
Querida amiga esa es la gran prueba para la herida de injustica: “Amar y arriesgar parte de su espacio personal”.
No te estoy pidiendo que renuncies a tus metas, a tus sueños, a tu cuerpo.
Pero si deseas ser amada, tendrás que hacer hueco para que un hombre entre en tu vida.
Si mantienes tu herida activa y sin sanar, cualquier hombre que aparezca en tu vida será un intruso que intentará robarte tiempo y ese espacio tan codiciado para ti.
Cualquier hombre te parecerá dependiente. Pero ojo, seguramente no lo sea.
En otras ocasiones, es posible que sí que te cruces con hombres invasores.
En este caso, como ya sabes la herida de injusticia también es una herida de extremos.
Existe una niña buena detrás de ella, que le duele mucho poner límites a los hombres, porque pueden dejar de amarle, lo que tanto ansía.
A veces, permitirás que entren en tu vida por la puerta grande y por supuesto que te sentirás invadida, y esta vez será de verdad porque te costará poner límites.
La solución no es pendular de un extremo a otro, la solución es buscar un termino medio.
Abrir la puerta al amor en tu vida, manteniendo aquellos mínimos que son importantes para ti.
Y siendo flexible con aquellas otras cosas que simplemente son rutinas en tu vida y que no te aportan nada.
Quítate del medio aquellas tareas que hagas de forma automática y sin propósito.
¿Quieres sanar tu herida de injusticia y abrirte al amor?
Súmate a mi próximo proceso grupal online para “Sanar las heridas emocionales”: (injusticia-traición-abandono-rechazo-humillación)
No tengas en cuenta la fecha en la que lees este artículo.
Las heridas emocionales son mi especialidad y no paro de trabajarlas a través de estos procesos terapéuticos mensuales y online.
En unos días comienza la próxima edición..
En este link tienes toda la información:
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¡Eres bienvenida!
Un besazo enorme Mujer Poderosa.