Herida de rechazo y tu lugar en el amor
Observa como tu herida de rechazo te saca del juego de la vida…
Si esperas que tu den tu lugar, es que sientes que no lo mereces.
Eres como una reina destronada que espera que cada mañana cuando se levanta, le den permiso para ocupar su trono.
Puede parecer burda la siguiente comparación pero a la vez es muy clara.
“Eres como ese maniquí de escaparate que espera inmóvil ser comprado”
O quizás, eres como ese juguete abandonado que desea volver a ser usado y que quedó olvidado en una caja.
Son duras estas palabras, pero así es en lo que te convierte tu herida de rechazo, en un objeto.
Tu herida de rechazo, te quita la oportunidad de vivir y de hacer lo que cualquier humano por naturaleza divina puede hacer.
Te arrebata todo lo que es tuyo, tu lugar en la sociedad, en la pareja, en la familia, en las amistades, con tus hijas/hijos…
Pasarás la vida reclamando tu lugar, mendigando cariño, atención, respeto…
Te cruzarás con hombres que no te mostrarán en su entorno.
Tolerarás relaciones donde no se cubren tus mínimos de merecimiento.
Vivirás una vida gris, simplemente porque andarás dominada por el miedo a ser tu misma.
Tu herida de rechazo te roba hasta la identidad, pues te hará creer que no sabes quien eres.
No sólo tendrás falta de poder personal para tomar tu lugar, sino que tendrás dificultades para saber cual es tu lugar.
Practicarás fácilmente el desapego de lo material y esto también hará que no te importe conservar tu trono.
Ningún hombre puede darte ese lugar, pues tu validación y tu auto-respeto sólo puedes facilitártelo tú misma.
Quieres ser vista pero no tienes el valor de brillar tal y como eres.
Desde ahí, sólo generarás más rechazo aún en tu vida.
Te compararás con el resto del mundo, incluso tenderás a envidiar todo lo que ellas y ellos tienen.
Tu herida de rechazo te hace convertirte en el Grinch, un ser amargado y avaricioso.
De esta forma y a través de esta energía no lograrás lo que tanto deseas.
Da un paso al frente, tu lugar siempre ha estado ahí reservado para ti.
Tú eres la única que puede dártelo.
A veces para darte tu lugar, tendrás que marcharte de relaciones incluso de entornos que no son afines a ti.
Muchas veces desde tu herida, tenderás a conformarte con espacios que no están en consonancia con tus valores.
¿Cuáles son tus valores?
También tendrás dificultades para identificarlos y para aplicar coherencia.
Tu merecimiento sólo depende de ti. Y lo que toleras en el amor, sólo depende de ti.
¿Quieres sanar tu herida de rechazo y vivir la vida que tanto anhelas?
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Sin tener en cuenta la fecha en la que leas este artículo, en unos días comienza la próxima edición online de este proceso.
Ven y ocupa tu trono.
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¡Eres bienvenida!
Un besito Mujer Poderosa.