Autoestima y la herida de abandono (segunda parte)


Absolutamente todo lo que sucede ahí fuera, no tiene el poder de generarte sufrimiento, salvo si tú le das el poder de dañar tu autoestima.

Ningún hombre, está obligado a estar a tu lado para siempre.

Cualquier persona de tu alrededor, posee al igual que tú, el libre albedrío para decidir en cada momento hacia dónde quiere ir.

¿Este concepto del libre albedrío es sencillo de asimilar de manera consciente verdad?

El problema es que tú herida de abandono, no le hace ni caso y esto repercute gravemente en tu autoestima.

Ella solo quiere que no estés sola al precio que sea.

Cuando te descubres sintiéndote “abandonada”, no estás en tu centro.

Estas en tu lado más egóico e infantil, en tu rol de víctima.

Desde ahí, los hombres y el mundo siempre te hacen daño.

Estás a merced de los demás y por lo tanto renuncias a tu poder personal.


Si te sientes “abandonada” es porque en algún momento de la relación te olvidaste de tu individualidad.


Si te sientes “abandonada” es porque en algún momento de la relación te olvidaste de tu individualidad.

Te olvidaste de ti, de tus necesidades, de tus emociones, de tus proyectos.

Si te sientes “abandonada”, es porque dejaste de mirar en ti para controlarlo todo ahí fuera en base a ese miedo a la soledad.

Puede que marches por el mundo con la careta de ser una mujer super independiente que no necesita a ningún hombre, pero a la primera de cambio, y ante relaciones muy esporádicas, te acabas enamorando de otro hombre que no busca nada estable.

Para salir del bucle de tu herida de abandono, es necesario tomar conciencia de cuándo te colocas esta máscara de lapa hacia el hombre.

Es interesante identificar estos momentos, porque ellos te darán la llave para empezar a dar pasos en tu sanación.

Por ejemplo:

Tu herida de abandono es la que hace que le escribas 300 mensajes sin que él te conteste.

Por más que le escribas, no te contestará porque te estás moviendo desde tu herida.

¿Y si dejas de escribirle? Que miedo… a lo mejor te das cuenta de que sólo estabas alimentando tú la relación…

Te voy a enseñar a disociarte de tu herida de abandono, para que la veas como un ente separado de ti.

Para que con entrenamiento y mucha conciencia, con el paso del tiempo la observes y no la compres, no la invites a tomar el timón de tu vida.

Le pondrás límites firmes ya lo verás y esto te permitirá abrirte a relaciones correspondidas.

Para ello, te invito a participar en la próxima edición de mi proceso grupal online para sanar las heridas emocionales.

Trabajarás desde la raíz tu herida de abandono y el resto de heridas emocionales: el rechazo, la humillación. la traición y la injusticia.

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Un abrazo enorme Mujer Poderosa!